Los síntomas más frecuentes sufridos por los pacientes son:
- Tos
- Dolor e inflamación articular
- Nódulos cutáneos (nódulos reumatoideos)
- Dificultad respiratoria
- Sibilancias
Para el diagnóstico de esta enfermedad se elaborará inicialmente una historia clínica detallada del paciente, incluyendo preguntas acerca de los trabajos (pasados y presentes) y otras posibles fuentes de exposición al polvo de las minas. Posteriormente se realizará un examen físico, prestando atención especial a cualquier enfermedad en las articulaciones y la piel. Además de esto, también se realizarán algunas pruebas diagnósticas entre las que encontramos:
- Radiografías de tórax
- Tomografía computarizada del tórax
- Radiografías de las articulaciones
- Pruebas de la función pulmonar
- Examen del factor reumatoideo
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