jueves, 2 de noviembre de 2017

TOSFERINA

La tosferina es una enfermedad infecciosa provocada por una bacteria y debido a ella se produce una tos incontrolable. En ocasiones, los esfuerzos al toser son tan grandes que pueden llegar a provocar vómitos.

Aunque todo el mundo puede sufrir esta enfermedad, es más común entre niños y recién nacidos, en estos últimos puede llegar a ser muy peligrosa ya que causa problemas para respirar, comer o beber. A día de hoy los casos de tosferina se han reducido en comparación con la antigüedad, esto se debe a que existe una vacuna capaz de preveerla.

Su diagnóstico se realiza por distintas pruebas entre las que encontramos un examen físico, análisis de sangre, rayos X del torax o cultivos de secreciones nasales o de garganta.

La tosferina puede detectarse gracias a unos síntomas iniciales; moqueo o congestión nasal, tos leve o apnea en bebés. Entre 1 o 2 semanas después de la exposición a las bacterias comienza la tos, que, especialmente en niños o recién nacidos puede ir acompañada de complicaciones:
  • Toser muy fuerte, una y otra vez. Estos episodios de tos ocurren en horario nocturno principalmente.
  • Tener dificultad para tomar aire después de un ataque de tos. Puede que hagan un “silbido” al respirar. 
  • Tener dificultad para respirar, comer, beber o dormir debido a los ataques de tos.
  • Sufrir cianosis debido a la falta de Oxígeno.
  • Vomitar después de un ataque de tos.

Los ataques de tos pueden durar hasta 10 semanas y, a veces, reaparecen la próxima vez que el niño tiene una enfermedad respiratoria.

La tosferina se propaga fácilmente mediante la vía aerea cuando una persona que tiene esta enfermedad respira, tose o estornuda.

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